Meniscos

Los meniscos son fibrocartílagos en forma de semiluna que se ubican entre el hueso de la tibia y el del fémur. Existen dos meniscos en cada rodilla, uno medial y uno lateral. Sus múltiples funciones hacen que sean estructuras primordiales en la biomecánica de la rodilla.

A diferencia de lo que se puede pensar, la lesión de los meniscos no afecta de forma exclusiva a deportistas, sino que se trata de lesiones tremendamente frecuentes en la población general. Existen muchos tipos de roturas meniscales diferentes, principalmente se dividen en dos grupos: las lesiones meniscales traumáticas y las lesiones meniscales degenerativas. Dado que la variedad de tratamientos es muy amplia, un enfoque personalizado e individualizado de cada caso es fundamental para conseguir el mejor de los resultados.

En ocasiones el tratamiento conservador mediante rehabilitación o infiltraciones es suficiente para aliviar los síntomas. No obstante, a menudo se requiere de cirugía para tratar estas lesiones. El objetivo es mantener la mayor cantidad de menisco posible. Por ello, hoy en día se tiende a evitar resecar partes del menisco (meniscectomía) e intentar preservar el mismo mediante técnicas de reparación o sutura meniscal.

En pacientes con secuelas tras cirugía de extirpación meniscal, siempre tras un riguroso estudio del eje de la extremidad, se puede realizar un trasplante de menisco para devolver la funcionalidad a su rodilla. Estas intervenciones requieren de cirujanos expertos con un gran manejo de la técnica artroscópica.