Algunos ejemplos de tratamientos biológicos incluyen el plasma rico en plaquetas, PRP, erróneamente conocido como factores de crecimiento, y las células madre. Estos tratamientos buscan modular la respuesta inflamatoria y favorecer la regeneración tisular mediante la estimulación de los mecanismos de reparación propios del organismo. Sin embargo, no todas las patologías son susceptibles de ser tratadas con estas terapias, por lo que la correcta indicación y aplicación resultan imprescindibles para lograr una mejoría de los síntomas y evitar expectativas poco realistas.
Cada paciente presenta una lesión con características particulares, influenciada por factores como la edad, el estado general de salud y la capacidad de curación individual. Por ello, la selección del tratamiento debe basarse en una evaluación exhaustiva, combinando la historia clínica, la exploración física y estudios de imagen avanzados.
Mediante procedimientos mínimamente invasivos, guiados por técnicas como la ecografía o la fluoroescopia, pueden tratarse lesiones en hueso, cartílago, tendón, músculo y otros tejidos periarticulares, como los que rodean la rodilla, el hombro o el tobillo. Además, en muchos casos, estas terapias se complementan con programas de rehabilitación específicos, potenciando su efectividad y favoreciendo una recuperación funcional óptima.
A pesar de los avances en este campo, aún se sigue investigando para establecer con mayor precisión los protocolos más eficaces para cada tipo de lesión. La medicina regenerativa sigue evolucionando y ofreciendo nuevas alternativas terapéuticas que, en combinación con tratamientos convencionales, pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes y prolongar la salud articular a largo plazo.
Hospital Viamed Los Manzanos
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